El respeto es la palabra que engloba casi en su totalidad la conferencia dada por Edward Rojas sobre la isla chilota y como este respeto trajo consigo un hermetismo y una identidad propia que ha significado una riqueza cultural tanto en la escencia de sus habitantes como en su calidad arquitectónica, como representaciones de vivencias a través de toda la trayectoria de sus habitantes y como esta burbuja aislada del contienente, se rompe con la intromición irrespetuosa de agentes externos.
La isla de chiloe es víctima de un hermetismo compuesto por su separación continental que lo aisla espacialmente del resto del país. Aunque este margen pareciera evitar un desarrollo de la región en servicios e industrias, esto le ha significado a Chiloe, el mantener su esencia intacta y todo gracias al respeto frente al contexto que la engloba.
Este respeto que le ha salvado la identidad a una zona de mucha riquesa cultural que deja deslumbrar el pasar del tiempo y como este tiempo ha dejado su marca reinterpretando los bosques y el mar en la forma de asentarse, en la arquitectura.
Desde su colonización, Chiloe ha presentado una forma muy distinta de asentarse donde los colonos no fueron invasores de las tierras, sino, personas que abrieron los ojos ante la isla, aprendiendo y acogiéndose de ella como modo de sobrevivencia. Así, el micro-mundo al margen propio de la identidad chilota se va reflejando en cada zona y espacio que la compone. Las viviendas se mantiene al margen del contexto y se enfrascan en un espacio que se vuelca al hermetismo, un contenedor que mantiene este espacio vacio interior que se descuelga del contexto exterior pero que a su vez en el lleno que lo circunda se esfuerza por mantenerse mimetizada por este juego de reinterpretaciones en una cultura de simpleza compositiva y madera.
Son estos contenedores los que se toman los modelos exteriores y ciñendose de sus propias leyes son reinterpretados en este micro mundo. Modelos neo clásicos y modernos que se ven empapados de la identidad y el contexto de la zona y que terminan en una simpleza representativa del contexto de bosques nativos que culturarlmente es su fuente de sobrevivencia y vida según los mitos chilotes.
Son las iglesias grandes interpretaciones del margen exterior, como los palafitos son una reinterpretación del propio mundo interior, donde de los hechos urbanos no tenian una gran significancia residencial, contrajo que el mundo chilote se asentara esparcido por toda la zona, en tierras de cultivo y campos agrarios, donde los centros urbanos eran de uso esclusivo de festividades o servicios. No existía un centralismo que produjera una densidad urbana exorbitante. Los palafitos entran en este juego cuando los campesinos se ven obligados a asentarse en las ciudades y a modo reintepretativo de sus campos generan un micro mundo que contenía exteriormente una cerca (las barandas), los patios (la terraza) y que se apropiaban del espacio urbano, no desde la perisferia, sino asentándose en sus faldones centrales.
De una cultura de tomar y recomponer bajo sus propias percepciones, Chiloe se posiciona como una singular isla, que bajo una limitante espacial, construyó su propia forma de vida, demostrando que el hermetismo es una conservadora de las culturas y que las conexiones a las que nosotros como residentes de ciudades englobadas somos sometidos, sólo distorcionan el plano integral para supenderlo en un macromundo.
Chiloe, como una parte del continente que se mantiene al margen del resto del país, es una fuente de historia enfrascada donde cada hecho es conservado en su arquitectura y tradiciones, que es cuando estas tradiciones son olvidadas y se comienzan a presentar las comodidades modernas y sensacionalistas antes que a las bases culturales, que los margenes comienzan a disolverse y "monstruos" sin un filtro que lo reinterprete, se apropian del espacio y faltan el respeto a años de historia y cultura.